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Alternativa y Comunitaria

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lunes, 19 de marzo de 2012

Otro día más en el que los medios oficialistas callaron

Cuando el poder y sus derivados enajenan a los seres humanos
Gladys Guevara
Lamentable papel han venido jugando las instituciones del gobierno del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías en los procesos de “empoderamiento” del pueblo venezolano. Un papel y una función diametralmente opuesta al discurso presidencial que tantos adeptos ha convocado en esta última década, y que ahora se erige con patente “roja, rojita” para irrespetar solapadamente los intereses de los colectivos sociales y los ideales revolucionarios.
Cualquier discrepancia contra esta élite del poder constituido podría costarle a determinado militante de las luchas populares, la caída más estrepitosa en la consideración de revolucionario o revolucionaria, y a juzgar por los últimos acontecimientos, también podría empezar a costarle la vida. De allí que por antonomasia también los medios al servicio del Estado cumplan las reglas de este mismo esquema de poder.
Me produce asco observar cómo los otrora periodistas críticos de la revolución acatan pautas noticiosas y olvidan allá en la mazmorras colombianas a todos los compañeros entregados por el Estado venezolano, en las garras del Estado paramilitar colombiano. Grima siento al sintonizar las programaciones de VTV, TVES, ANTV… que invisibilizan los reclamos de los pueblos originarios ante la estafa que significó la entrega de unos supuestos títulos de propiedad en un show mediático montado en diciembre y encabezado por la ministra Nilsia Maldonado. Absoluta repugnancia experimento ante unos actos oficialistas de conmemoración de la “siembra” del compañero cantor Alí Primera, mientras se mantiene ilegalmente preso en este suelo libertario, al cantor por la libertad del pueblo colombiano, Julián Conrado. Tristeza profunda, que el titular de vidriera de un diario capitalino oficialista del día de hoy, sea la figura del piloto de la Fórmula Uno, Pastor Maldonado. Dolor y rabia, que un escritor crítico (porque intelectuales somos todos los que nos decidimos a emplear sistemáticamente nuestra capacidad de pensar en pro de la ejecución de acciones o la construcción de conocimientos útiles para el ser humano), homenajeado en la FILVEN 2012, se engolfe en su ego y no aproveche esos espacios mediáticos para denunciar los desafueros de los que son víctimas los colectivos populares que han creído ingenuamente que es posible construir una patria socialista en un sistema capitalista…
Pero el colmo de la indignación me llega a través de las palabras de la compañera Norkis Rodríguez. Palabras que no hubiese podido escuchar a no ser por el excelente papel de algunos medios de información alternativos, los cuales no han olvidado la razón de ser de su existencia, que es ni más ni menos: los intereses de los colectivos sociales.
Las declaraciones de la compañera Norkis, así como las declaraciones de otros compañeros, y en especial, las dignísimas palabras del compañero Roland Denis, nos llegan  a través de la Guarura.net y de Aporrea.org. De resto, nada sabríamos de lo que hoy está ocurriendo con los compañeros que fueron desalojados del Cono de Seguridad del Aeropuerto de Barquisimeto, y a los cuales se les aplicó -según informan- un tratamiento cruel y torturas.
Ya se hacen insostenibles las contradicciones entre los intereses del Estado Burgués y las demandas de los colectivos sociales.
¡Exigimos que nuestros medios de comunicación estén al servicio del pueblo, y no al servicio de los intereses del poder constituido! ¡Exigimos coherencia en la acción revolucionaria! ¡Exigimos que se aboquen cuanto antes a informar qué está pasando con nuestros compañeros presos por estos últimos acontecimientos en Barquisimeto! De lo contrario, entenderemos que debemos ampliar el espectro de los que consideramos son los enemigos del pueblo, que a juzgar por los acontecimientos no se encuentran sólo del lado de esa derecha apátrida que pretende volver a regir los destino de este pueblo, sino que se hallan en las filas de los oportunistas de siempre, de los que se acostumbraron a hablar de revolución pero a imaginarse en ella siempre como “benefactores del pueblo” y bien distantes de sus males y sufrimientos.

Entonces… ¡a seguir avanzando, porque la revolución del pueblo venezolano no la detiene nada, ni nadie!